Mi nombre es Silvia Guerrero, porque te digo esta frase porque sabemos que la única salida que tienen las drogas es el PSIQUIATRICO, LA CARCEL Y LA MUERTE, sino ponemos una solución.
Tras años limpia de todo tipo de sustancia y comportamientos adictivos ayudo desde mi capacitación académica en este área y mi propia experiencia de vida, a otras persona adictas que están luchando con adicciones, porque sé lo que es estar en ese lugar oscuro. Me gustaría ser esa mano que tiende el puente, de la misma manera que otros lo hicieron por mí.
Yo tome mi primera droga con 21 años, pero nunca piensas que vas a ser un adicto y menos si te lo receta un medico.
En primer lugar, quiero agradecer de todo corazón a mi familia mis padres y a mi hermana por todo el amor, paciencia y apoyo que me han brindado durante ese proceso tan difícil. No sé hubiese podido hacerlo sin ellos, ellos nunca me juzgaron, me comprendieron, me animaron, me dieron amor en esos momentos tan difíciles en los que quieres tirar la toalla. También a todos aquellos especialistas, terapeutas, psiquiatras y grupos de apoyo. Gracias, gracias, gracias por tanto.
Mi historia comienza con 21 años comencé a hacer régimen de alimentación para adelgazar 2 kg en verano lo que se no sabia yo en lo que se convertiría…
Me obsesione con comer determinadas cosas y mi relación con la comida empezó a ser muy mala y yo lo sabia. Asi que tuve que buscar ayuda profesional y como como parte de mi tratamiento, me recetaron benzodiacepinas para controlar la ansiedad y me empezaron a medicar con solo 21 años las BENZODIACEMINAS, para el que no las conozcas son las pastillas ansiolíticas, sedantes, hipnóticos, … son pastillas PSICOADICTIVAS que casi siempre tienden a desarrollar la enfermedad de la adicción.
Los efectos secundarios son devastadores Somnolencia y fatiga, Mareos y dificultades de coordinación, Problemas de memoria a corto plazo y confusión. Mi problema con la alimentación en menos de un año se había superado pero las pastillas seguían ahí, me volví dependiente de ellas, no solo físicamente, sino también emocionalmente. Me sentía incapaz de funcionar sin la medicación. La persona que era antes parecía haberse desvanecido.
Busque AYUDA me puse en tratamiento, hice todo absolutamente todo lo que me decían , ME DEJE EL ALMA POR RECUPERARME, lo había intentado hacer mil veces a mi manera y al final siempre recaía.
El proceso de desintoxicación fue doloroso, tanto física como emocionalmente, pero te aseguro que
¡LO QUE NO APRENDES LA ENFERMEDAD TE LO ENSEÑA!
Ahora soy una persona feliz, sin ataduras, libre y sana, así que si
¡¡¡YO HE PODIDO TU TAMBIEN PUEDES!!!
Mi historia es una prueba de que incluso cuando parece que hemos caído una y otra vez, siempre existe la posibilidad de levantarse. He aprendido a no definirme por mis momentos más oscuros, sino por la capacidad de seguir adelante.
La enfermedad de la adicción es una cosa muy seria cada minuto cuenta, ella siempre gana, no distingue razas, sexos, clases sociales ni edad…
Me gustaría ser esa mano que tiende el puente, de la misma manera que otros lo hicieron por mí.